Sobre la originalidad en el Diseño

Ensayo de Sarah Romero Ballesteros, IDGD primer semestre.

Quisiera empezar con definir originalidad como la capacidad de pensar independientemente y de forma creativa. Durante años, la innovación se ha considerado como lo mas vital en la industria publicitaria y el diseño. Pero, ¿se puede ser 100% original?
Como sabemos, este año el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos dio a conocer el logotipo para Río 2016, que consiste en una imagen donde se pueden ver tres figuras humanas tomadas de las manos, y a la vez la silueta del logotipo forma el contorno de un monte que es representativo de la cede. Y aunque se puede considerar un buen logo ya que logra con pocos elementos representar distintos aspectos, éste causó polémica porque se decía que el recurso ya se había utilizado miles de veces en otros logotipos del mundo.

Entonces, ¿qué es lo que sucede aquí? ¿Realmente habrá forma de que se pueda crear algo totalmente original? Con el ejemplo de Río se puede observar que a pesar de ser un buen logotipo, a los pocos momentos de ser revelado ya era considerado plagio. 
Eso me deja pensando en que tal vez, en cuestiones de diseño, la palabra originalidad no responde literalmente a su significado. Tomando como base la definición que mencioné al principio, en el diseño creo que lo de “independientemente” esta de más ya que todos dependemos de todos, todos estamos constantemente observando nuestro alrededor. 
En realidad, las nuevas ideas son nuevas formas de ver, transformar, resaltar o deteriorar lo que ya existe. Aunque esto, claro, dentro de un diccionario ya no sería exactamente la definición de originalidad.
Al investigar sobre la palabra originalidad encontré que se consideran 4 parámetros.  Los cuales quiero mencionar reafirmando mi punto anterior. 

El primero es novedad, que consiste en que debe apartarse de lo habitual y lo cotidiano. Después esta la manifestación inédita que descubre algo que no es conocido. La imaginación es otro punto, que consta en la creación mental de nuevas realidades. Y el último parámetro es la singularidad, referente a lo único apropiado y genuino. 
De este modo, se puede apreciar que hay puntos que se pueden aplicar fielmente al diseño, y otros no en su totalidad.
A lo que le llamamos originalidad o autenticidad, si se razona bien, nos podemos dar cuenta de que son dependientes a un momento de nuestra propia experiencia. 
Todo se relaciona con lo que aprendemos, oímos, vemos y sentimos. Y más aun, con la bomba que es ahora el internet quien ha roto las fronteras con una increíble facilidad, ahora podemos observar diseños de cualquier lado del mundo. Esto unido con la televisión, revistas, películas entre otras cosas, es lo que nos rodea día a día.

Retomando mi clasificación de la palabra originalidad en lo que es el diseño, y a todo esto, ¿Por qué se necesita y es de suma importancia que un diseñador sea original? 
Sencillo, porque un diseñador original, es un diseñador eficaz. 
Y esto se logra con investigación, estar atento con lo que pasa en el mundo y considerar todas las posibilidades en el proceso del diseño, a la hora de la hora, no enfocándose en una sola fuente, ya que así es como usualmente caeríamos en la repetición. En cambio, basándonos en varias fuentes, sin exceder, se pueden crear cosas muy diferentes a lo que ya conocemos.


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